lunes, 23 de noviembre de 2009

Chaassss


Ya ves, me gusta mirarte con la media luz de las farolas del parque de noche, tus labios desde arriba son preciosos, carnosos. Parecen tener mucha sed, como yo.

Me asfixia el invierno, la inminente Navidad. La gente fingiennnndo alegría por la Calle Mayor, como si a todos les gustase intentar andar contracorriente, la marea de gente que baja desde Preciados de ver Cortilandia con sus bolsas del Corte Inglés medio rajadas por los picos de cajas de cartón-contenedor de algun juguete ESTÚPIDO que el niño en cuestión romperá a mediados de marzo.

Me agobia, me falta el aire (quizás también por la falta de comas, todo puede ser). No me gustan las reuniones familiares tirantes, no poder andar por la ciudad sin ver gorritos rojos y pelucas rubias por todas partes. ¿Qué tiene esto que ver conmigo?

Nada. No me situo. Ayúdame a encontrarme. Sigo necesitando algo
¿Me lo das?

Foto: Caramelos mercado San Miguel

sábado, 14 de noviembre de 2009

Nuevos tiempos se aprecian entre las línas que mutilan el cielo


Me has matado Andrea

Te hablo a ti, sin el tú poético que tanto gusta, que tanto empleamos para embellecer unas palabras que, carentes de receptor, están vacías.
Te escribo a ti, con tu nombre en la boca para que todos lo sepan.
Sentada sóla en casa de mal humor, cansada de este día tan tonto y tan tarde tan pronto, se me ocurre de pronto mirar tus pensamientos. Leerlos, que siempre es más fácil
Y... Me sacas las lágrimas
No suelo conmoverme con lo que escriben otros. Supongo que el hacerlo a diario te hace ver de forma más crítica lo que plasmas y lo que plasman, exigiendo más. Siempre más.
Más emotividad, más sinceridad, una ventana menos opaca hacia algún interior. Más creatividad, simplicidad, capacidad de abstracción y atracción, empatividad (¿Existe esa palabra? Da igual)

En fin, me pierdo, como siempre.No suelo etc etc, pero hoy... Pum! Has cambiado el rol
Me has dejado sin palabras, de verdad.

Y no voy a llenar la página con te quieros vacíos, que tanto escuchamos día a día y tanto nos joden cuando sabemos que no son más que palabras. No voy a hacerlo, me lo prometo
Pero eso sí. Cuando llegue el momento, la casualidad, el instante oportuno...
Podrás contar conmigo. También te lo prometo

Una última cosa... "Todas las cosas que suceden tienen un sentido y muchas veces no somos muy capaces ni de conformarnos ni de dejarnos llevar y disfrutar, y todo por querer tener la seguridad de que somos nosotros los que controlamos la situación y no a la inversa."

Hazte feliz

domingo, 8 de noviembre de 2009

Tiemblo


Ruido de aspiradora. Me da miedo volver a perder el control.
La miro y no entiendo su fuerza, dos años son demasiado y poco.
Juega con el perro en pijama, se ríe. Recuerda con la mirada perdida
Demasiados días luchando contra el tiempo
Muy poco para haberlo conseguido.

Bailamos cada mañana con la batalla perdida, con la rutina, con la impotencia asumida
Malabares de gasolina y carreras para llegar a la hora de comer. Siesta apresurada, juegos de lucha libre, sin reglas para ganar la partida. Siempre una partida, nunca una guerra.
Continuamente siguiendo, el modo game over no entra en nuestro día a día.

Que no lo entiendo, te repito. Que no me parece justo, es una mierda.
Hoy no tengo ganas de ser la fuerte, la que ignora, la que continua. Hoy quiero quedarme cinco minutitos más en la cama eternos, una mañana entera de pensar sólo en mi, en ti, en él. En ella. Ella lo es todo

¿Y quién lo entiende? Si ni yo sé que se siente

Llora un rato, se mi confidente.
Dame tu mano, no preguntes. Bésame y miente


Rompo el molde, sigo tras la pausa. Borras mi esquema.
No me salen más lágrimas, las derrame sola (no estabas conmigo, como siempre pero como nunca hasta entonces)
Quiero que lo sepas, aun no te he perdonado. Ni por asomo
Tomo el modo escritura automática. Alivia.
Me subo a los tacones, crezco o me hago mayor, como tu lo veas. Alguna cana, alguna arruga, pero todavía pocas. Dieciocho son demasiados y pocos. Demasiados años para pasar de todo, muy pocos para superarlo.