Nos bebíamos la vida minuto a minuto corriendo por las calles como si se acabara el mundo. Dinero para drogas y alcohol. Tu coche era la cama, mi portal el salón.
Me gustaba tu cara pequeña y tu culito respingón, cómo mirabas al frente cuando me hablabas rompiendo tu apariencia de seguridad. Tu sonrisa estudiada olvidada cuando te hacía estallar en carcajadas tropezando con los escalones de la Plaza Mayor. Sólo te reías de verdad conmigo.
Hace mucho tiempo que no te escribo nada. Dejaste de inspirarme como antes, cuando sólo tenía en la boca una palabra, una vez tras otra. Cuando llamaba a todo y todos por tu nombre
Pero ya ves, chico. Me cansé de tus vaivenes. De tu bipolaridad.
Del tú aparente y de tu real inseguridad.
Foto: mano anónima en la estación antes de comprar billetes de vacances♥
Aparecen: Maru y Dieg (♥ otra vez. Guappos)
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