domingo, 28 de febrero de 2010

Lágrimas de eros




Hoy.

Es la hora de levantarte. ¿Quieres que te cuente un secreto? Llevo casi tres horas con los ojos abiertos, mirándote dormir. Imaginaba que con cada parpadeo te grababas en mis retinas. Retratos de tu pelo oscuro, de los poros de tu piel. De tus pestañas, desde muy cerca. Cuando llegue a casa empapelaré mis paredes moradas con tus fotos. Necesito que me sigas, para sentirte cerca. Si no te veo... Me siento igual de sola que siempre. Sola sin compañía, no vacía. Eso sí. Decir vacía sería despreciar a las personas que viven dentro de mi.

Que dulce eres despertándote. No te enfurruñas ni un poco. Te giro como si fueras pequeño y te coloco encima de mí. Te cuesta respirar, pero te quedas muy quieto. Beso tu sonrisa. Curvas más los labios.

Tú te encuentras mal y estás todavía cansado. La música que suena en la habitación de al lado no es tuya. Ni un poco si quiera, sólo mía. Cuando empezó no lo podía creer... ¿Qué hace aquí? Ángeles me transporta a otro lugar, donde tú todavía no estabas. Pero bueno, nadie es de nadie. Sólo te pertenece lo que me haces sentir. El resto, continua en la memoria. Los recuerdos no se borran por mucha lejía que uses.

Vemos El Pianista y me aburre un poco, la verdad. El único drama que me interesa es rodar y caer en tu lado del sofá, piernas largas.

No me miras muy fijamente, es como si no quisieras entrar a la fuerza. ¿Sabes si está o no la puerta abierta? El caso es que parece que no te guste tirar piedras, romper la ventana. Pero te provoco un poco y te retuerces, asustado. Me sirve de momento. Más adelante querré que me adores. Amor en pañales. Así no me da miedo, ¿sabes?. Puedes colarte sin que me de cuenta, y no trataré de echarte.


Necesito contártelo para seguir adelante. Lo que no se dice es como si no existiera. Lo que no se demuestra, como si no se dijera.








Foto: Milán hace tres años. Algún día me escaparé y volveré a verlo.

jueves, 25 de febrero de 2010

Il pleut sur mon coeur

"No hay foto. Lo bonito es poner tú las imágenes".


¿Qué tiene esta noche de rara?


Ruido de boca rota de sed. Me escuecen los ojos de mirar, buscando.

El cielo estos días llora, pero hoy... Sale el sol. Y hace frío, y sopla aire. Aire de cambio, que te revuelve la ropa. Aire que empuja y te convierte en otra.

Este es el tiempo que más me gusta. Puedes tenerlo todo, sin sentirte avariciosa. La dulzura de arroparte del invierno, y los rayos de sol perezosos. Precioso.

Me gustaría tener un mando para manejar el tiempo, y que haga siempre bueno. Me gustaría tener otro para controlar las situaciones.

Pausa. Rebobina. Pausa. Repite. Repite. Repite. Repite. Subtítulos. Explicaciones

Una noche de fiesta, un chico me dijo algo que me dejó marcada. "Que sabes que vives a medias, que lo que pides no es lo que esperas. Que te conformas. Que luego siempre quieres más"

Puede que no lo dijera así. Puede que me sonara a algo que una vez pensé, y a partir de ese momento me monté la película.

Puede que seamos siempre meras proyecciones de lo que los demás tienen en la cabeza. Te miran y ven en ti aquello que esperan. Puede que primero sintamos, y luego decidamos por quien.

Puede

martes, 23 de febrero de 2010

Me ahogo en un charco [de agua]



"Odio la lluvia. Sobre todo que empiece a caer cuando el tren llega a la estación. Pongo un pie en el andén y comienza el diluvio universal. Y encima, bajando las escaleras me caigo de culo. Empapada, riéndome sin motivo. La carpeta por el suelo. ¿Y el paraguas? En el metro. Me duele el orgullo.
Parece un mensaje: Sigue, pasa de parada. Sigue... Las Rozas, Torrelodones, Ávila. Vete lejos, donde no llueva.
Sí. Quiero irme de aquí. Huir."




25 de Noviembre de 2009

Suena una canción y me llegan las ideas. Ya ves, es cuestión de idas y venidas.
No deja de ser asombroso como la gente viene y se va. Ocupa huecos y luego los abandona, o los abandonas, o se cierran solos. Ante todo variedad.

Dedicas tiempo sudor y lágrimas a causas que más tarde consideras perdidas. No sé si quiero seguir luchándolas, o prefiero que me luchen a mi.

Me cubren las horas las dudas, me da miedo perder el control. Me asusta lo nuevo, aunque suene tan típico... Que da hasta rabia
Pero es así.
Ya ves, te repito. Es cuestión de idas y venidas. Días en los que vienen las ansias de lo desconocido. Días en que te da vértigo el cambio. Reina en tu cabeza la apatía y te metes en tu habitación-cascarón. Que calentita se está dentro.

Tengo las palabras como atragantadas en la garganta, no me sale nada, no me encuentro a mi misma. Quizás sea cuestión de esta forma de vivir alienada, como con una máscara en la cara que no te deja ver más allá del paso de cebra y la calle recta hacia la estación. Sólo quiero viajar en una dirección, y no sé si es la que estoy siguiendo.
Baldosas grises, días nublados, ropa oscura. Una procesión de la delegación de cuaresma antes de la resurección al calor.
Quiero volver a nacer entre tus brazos.

En mi mano pone "Pastillas". Pastillas para sustituir la emoción por química. Definitivamente deben ser para eso. Suena una canción cualquiera a las 00:29 de otro día más. No dice nada, letras preconfiguradas. Pero siempre me suena. Sentimientos en cadena... Nos fabrican en masa, y nos creemos especiales. Pseudosentimientos, diría Magu...

En la vida las personas crecen y menguan, vienen y van, se marchan y se quedan.
Es algo que, al menos, he conseguido aprender con el paso del tiempo. Parece poco, pero se engaña quien piensa que lo tiene del todo asumido. Párate a pensar: ¿No hay nada a lo que todavía te aferres?

(...)






Foto:Vigo 09. La de la foto parece Laura

lunes, 22 de febrero de 2010

Si te atreves





26 de enero de 2010

Ella es experta en borradores y amagos
Sabe dónde almacenar los intentos que se volvieron fallos,
y cuenta con voz melancólica
a los viandantes, cómo la vida le amarga los tragos,
A veces incluso a los turistas, que tiñen de blanco las calles del Madrid de los Austrias.

Ella moja mañanas de galletas María en leche aguada de manías
Ni puede ni quiere evitarlo. Le gusta el aura roja que
como pañuelo en febrero, ondea sobre su pelo
Sonríe al que la mira. Rechaza al que se acerca. Anhela al que no llega.

Y canta con la voz rota las canciones de la radio afónica
y escribe, sin encontrar su vieja prosa
ni conseguir que transmita su poesía.
Y bebe, sin sed. Sin saber que compone con sólo cruzar la Calle Postas
Con la musiquilla de sus pasos rápidos
Con sus ojos grandes como piedras que caen desde los tejados bajos.

Echa de menos al que se fue. El día que dijo "volveré" se lo marcó en la piel,
por dentro y por fuera
Y luce, para el que pide verlo, un garabato de tinta tapado por ropa y tiempo
Por vergüenza y deseo acumulado, firme y lento.

Por nostalgia, por recuerdo.

Por querer algo y no tenerlo.



Foto: Maru preciosa, con cara de pena

domingo, 21 de febrero de 2010

Ceremonia del té





Te encuentro


Te escucho

Te hablo

Te abrazo

Te beso

Te tengo

Te aprieto

Te atrapo

Te absorbo

Te asfixio

¿Te quiero?...





Jorge Bucay. Cuentos para pensar.

Me gustaba mucho este libro. Una persona especial me lo regaló (con dedicatoria en la primera página y todo) y a su vez, yo te lo regalé a ti.
Es una pregunta que muchas veces me hice, que muchas veces me hago.

¿Dónde está el límite?

Te lo di para que me recordaras. Para dejar algo material de mí en tu vida. El plan era que un día abrieras un cajón y lo vieras. Quizás te entraría una risa suave, una sonrisa o una mueca de pena. La verdad es que ya me da lo mismo. Después de eso, todo se terminó. Y me alegro, me alegro tanto... Me hacías infeliz

Ahora, simplemente echo de menos el libro en mi estantería. Cuentos para pensar... Me encantaba, y ya no puedo comprarme otro ejemplar.

Hay cosas que simplemente se regalan y se reciben.

Quédatelo... Quédatelo y piensa un poco. Pero mejor en otra cosa que no seas tú.

sábado, 20 de febrero de 2010

step by step




Metida en la cama la inspiración se olvida. Lo que quieres decir... Pierde su forma

Son las 4. Una noche rara y me apetece contarlo.

Tomamos la carretera de vuelta a casa con el miedo metido en el cuerpo. Las nóveles no saben circular por el centro de noche en su primera salida. Ni siquiera guiar como creían.

Jen llora con los ojos muy abiertos y yo sólo quiero hundirme en el asiento y teletransportarme a la cama. Todo termina aparcadas con sangría y muchos cigarrillos (y yo claro, asfixiada).

Curvas, curvas y curvas. A lo lejos se ve la ciudad parpadeando. ¿Entera?. Creo que hay partes que no alcanza la vista. Madrid es demasiado grande para abarcarlo todo. Si pudiese cumplir un deseo en este segundo... Sería poder volar y ver cada calle desde el cielo. Sin límites de velocidad.
Sin contaminación, sin atascos. Sin distancia

Cada día estoy un poco más cansada: Acumulo falta de sueño desde septiembre. (Suena a escusa barata).
A partir de las 12, con la mínima pausa me duermo: En el bus, en el coche, en el metro... Frenazo en seco.

Veo mi urbanización. Me bajo haciendo muecas (algo así como "hasta mañana"). El último tramo antes de llegar a casa siempre lo hago corriendo. Es un poco raro. Se me acelera el pulso de pensar en meterme bajo el edredón, y no puedo esperar más. Muerta de sueño, de frío, de rabia.

Y subo a casa. Suena un cascabel y Curro ladra. Me meto al baño, me miro en el espejo. Restos de carmín rojo, los ojos negros.

Jabón, pasta de dientes. La rutina es como una aspirina en los malos días. No hace falta pensar para ejecutar ciertos movimientos: Ahorras energía.

Y lo pienso. Pero se me ha vuelto a olvidar cómo se decía.


Foto: Nieve en casa...

martes, 16 de febrero de 2010




Un poco al Sur de mis ideas
y al Norte muy por encima de lo que quiero
lejos de lo que pienso, de lo que deseo
al Oeste de lo que te haría.

Palpita con fuerza breve e intensa. Desbocado
Sin misericordia. Sin alegría
Bombea a mil por hora agua, ya no tengo ni sangre
Pintas de gris cada arteria

Apago la luz. Bajo la persiana
Me siento vacía

Nada me llena. Todo me sobra
Las palabras resuenan en mi memoria.
Giran como una noria

Sube la música. Bailame un tango en la habitación oscura
Hazme reír. Canta un trozo de una canción hecha para mí
con voz de poeta que parece conocer la historia.

Vivo a medias, sin querer ni dejar de hacerlo.
Sin que me quieras
Sin tenerte ni que tu me tengas

Escoge el camino, el punto muerto no lleva a ningún lugar
El atasco contamina mi cielo madrileño.
No me conformo con un sueño
No me vale un "podría"


Parpadea el curso.

Nieva, hace frío. Tengo mucho frío.

No te voy a decir que lloraba. Tú nunca me creías.

miércoles, 10 de febrero de 2010




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Mírate al espejo. Basta un segundo para que todo cambie. Cierras los ojos y la imagen que te devuelve al abrirlos es la de un extraño.
¿Es malo? ¿Es bueno? Me canso de juzgar los pasos que doy mirando al cielo.
Las calles te absorben con insistencia. Subes escaleras de metro en modo automático. Esperas sola en andenes congelada. Corres para llegar a una parada de autobús atestada de gente que ni te mira ni te ve: No les importas, ni ellos a ti. Ni lo más mínimo.
Vives en stand-by: ahorrando energía. ¿Y para qué? Se te encogen los pulmones de dosificarles el oxígeno.
Tápate los ojos y quizás lo comprendas. Hay recuerdos que no se borran, huellas invisibles que desfiguran a las personas. Y no se entienden si no sabes de su existencia.
Siempre las mismas caras en la ciudad con alma propia. Todas llevan algo de ti. De un ti o de cientos. De ojos grandes, pequeños, negros, abiertos... Pero siempre tuyos.
Y no lo saben. Sólo tú lo entendías. Sólo tú me entendías, y me veías de verdad.
Te echo de menos, joder. Siempre te echo de menos
Foto: Lauri, Vigo 09. Otro pronto

lunes, 8 de febrero de 2010

Causalidades




Me pierdo mirando al cielo y me tropiezo con las baldosas blancas de la Plaza de Oriente.
Pienso en tu mirada de primavera y doy volantazos. Estoy harta de aprender a conducir. Corro demasiado cuando debo ir despacio,y cuando puedo acelerar me da vértigo la velocidad.
Soy un desastre siempre distante al volante. Distraída con tu manera de andar.

Saboreo la prisa de lo efímero y no me basta. Unas horas no te hacen conductor.
Tus formas son difusas detrás del cristal mojado. El cielo me empapa la ropa, y destiñe. Y me visto entera de verde.

Y echo a correr por el puente del Manzanares con la cara mojada. Como si estuvieras tú al subir la escalera camino de la estación.

Me gusta quitar los intermitentes girando el volante, voy formándome los vicios. Seguro que tú influyes en alguno.

Suenan mis canciones favoritas en la radio del cochecillo gris. Me encantan pero las corregiría, adaptándolas a ti. Nada es suficiente para esos ojos enormes.



Foto: Lago helado Copenhague

domingo, 7 de febrero de 2010

Palabras a palo seco

Un poco de mí. Alejandra Díaz Vaya ( la mejor tía del mundo)

Un poco de mí, al borde siempre
Entre palabras esdrújulas
que avanzan, ejército de nadie
cargadas con protestas y verdades.
Míralas, ya vienen
entre el metal, entre la gente
pero siempre hacia mí tan seguras
frente a frente
me veo en el reflejo del cristal
roto ya desde hace días
ruina ya desde hace meses
roto de piedras y poesías
de terrazas y toldos y mediodías
y arañazos en el suelo, verticales

que sabes bien que me hundes
cuando dices
cuando piensas
cuando envías carcajadas que me guardo
o que tiro al raíl de lo olvidado
o que dejo abandonadas porque arden.

Aún no sé no recordarte
lo sabes bien, porque me sabes
pero yo a ti ya no te sé
y te extraño como si ya no fueses nadie
si te pienso creyendo que no existes
como muerto en esta guerra de mitades
tu mitad contra la mía
tu perderte y mi encontrarte
encontrarte aún, y a mi pesar
cuando ni siquiera sé a estas alturas
si supe salir a buscarte
bailando con tus ojos por mi cuerpo
retorciendo tus pupilas al mirarte


y qué
si nos damos cuenta cuando hablamos
que aún hay un camino por delante
dale tregua al corazón
que me late demasiado al escucharte
y qué si sabemos
que todo son casualidades
pero no, y aunque me duela
tu sigue por el suelo
que yo caminaré por el aire

y qué más da
una tormenta más
en el país de tempestades.





Es mi poema favorito, ¿sabías?. Seguro que tarde o temprano lo lees y te das cuenta de todo lo que te quiero.

martes, 2 de febrero de 2010



¿Por qué escribir? Para qué escribir.

Hay pocas cosas tan ingratas. Te matas intentando explicar con palabras lo que sientes, y te salen palabras sucias, expresiones vacías.
Lleno mis días de prisa y ansia, de ganas locas de hacer algo, decir algo que lo cambie todo.
Algo algo algo algo algo.
Y por no saber qué, no sé ni por qué. Ni cómo
Escribir es la forma de explicármelo

Pensando sin nombrarlo todo me parece demasiado fácil o demasiado complejo: irreal.
Hablar de ti me ayuda a creer que sí eres. Que sí estás.

Los recuerdos se diluyen con suavidad con el paso del tiempo, y sólo me acuerdo de lo que pongo en papel o en tinta. Da igual. Todo va a menos, digan lo que digan.

Pareces más pequeño. Cada día.

Y, no sé. A veces me da pena. Personas que se van, te dejan. Y sólo las recuerdas por un texto cargado de faltas de ortografía escrito con unas cuantas penas más y otros cuantos años menos.

Bendito paso del tiempo


Foto: miniroci y miniálvaro