viernes, 28 de mayo de 2010

Mar de nubes


Carita morena y ojos claros
Esta noche me acuerdo de que tenía que ser feliz
Pica el sol en los abrazos
Y saben salados los besos de abril

Sálame pues, tú que te cuidaste tanto
De excesos, de miradas, de arriesgarte a vivir
Y cuentas palabras como mides granos,
de sal gorda y de pasarte de sentir

Tres vueltas de tuerca, y ya no giramos
Paro y me canso de fingir
Me hace falta un nuevo cielo, y quizás, un cigarro
Respirar el aire no basta, necesito consumir

Me dan algo de miedo las alturas
Ayúdame, si te dan las manos, a subir
Pero espera un poco, que me falta el aliento
Y no puedo correr, ni sé prescindir



Foto: Arcos de la Frontera

lunes, 17 de mayo de 2010




Abre la ventana, que ya se agota el frío, y llámame impaciente. Sube la música hasta que los vecinos llamen quejándose. Cántalo si no puedes escribirlo. Si no puedes decirlo, grita.

Hoy escojo canciones sin letra, música loca. Y voy a romperme la garganta hasta que no me quede otra que hacerlo con los ojos. Tocar con las pestañas, hablar con la mirada, reír con parpadeos. Si subo las pupilas, llego al cielo. Que esta noche no me callen las lágrimas.

Aunque no lo entiendas, mejor no preguntes. Interrogantes son losas. Mejor sonríe y asiente, que la vida es corta.

Foto: Camden market

lunes, 10 de mayo de 2010

Sácalo fuera




No sé por qué todo el mundo dice que mi llavero de lagartija es un abre-botellas. Están empeñados en darle una función cuando no es más que eso: algo para colgar llaves, y encima, el de repuesto. El otro sabes bien que lo perdía siempre por el caos de mi habitación.


No sé por qué ponías esa cara de reprobación cuando me llamabas desordenada. ¿Te molestaba acaso? ¿No es lo políticamente correcto tenerlo todo tirado?


Por qué tendría que ser amable. Por qué no puedo reírme de todo, por qué no puedo decir que no me gusta alguien.


Tampoco sé por qué corrías tan rápido cuando trataba de meterte las manos congeladas bajo la camiseta. Por qué no me esperabas para hacerme cosquillas tú a mí, al fin y al cabo, podías conmigo. Por qué me cogías por los hombros cuando caminaba haciendo eses por la calle. Lo siento, soy así, la línea recta me aburre.


Por qué tendría que peinarme, por qué el cliché de gustarle a las madres, por qué boda por la Iglesia, casa en el campo y fines de semana al sol de Valencia como lagartos.


No sé por qué no fuiste capaz de interesarte por lo que hacía, por lo que pensaba, por lo que escribía. No sé por qué fruncías el ceño cuando inventaba tonterías de las películas. Por qué esa mirada condescendiente cuando conducía mal. ¡No me gusta, sabes! No tiene por qué hacerlo. No sé por qué pensabas que soy fácil, por qué nunca me sentí apreciada.


Por qué no me llamabas de vez en cuando para decirme que estabas aburrido, y sobre todo por qué no lo hacía yo, si me encanta. Mirar al techo por teléfono sin preocuparme en absoluto qué decir. No sé por qué siempre me sentía extraña en tu casa. Por qué tenía ese sentimiento de no ser nada tuyo, por qué nunca me decías cosas bonitas, por qué fui yo la única que compró un billete de tren sólo por una noche. Por qué nunca fuimos cómplices.


Por qué esa cobardía. Por qué un día hay, y al siguiente no queda nada.


Y por qué ya da igual.

Foooto: Yuuuu huuu (london)

jueves, 6 de mayo de 2010




Bailar por la habitación en penumbra
con la luz de la media noche.
Desconocernos en silencio,
con las pupilas clavadas.

Un beso fugaz,
semáforo rojo en el coche.

Gritar en el metro
hablar solos por la calle.
Cuentame un cuento,
nada de príncipes, prefiero ladrones

Tu pecho es llanura
tus manos, mi valle.

Mirarte de frente, nariz con nariz
seremos entonces iguales.
Tus dudas me ponen los pies en la tierra
más arriba, no alcanzo a tocarte

La rutina nos sabe a gloria
Lo normal nos hace especiales.



Foto: St. Paul's, B y Jel

Siéntate




Cocina en calcetines y mira por la ventana como si el parque vacío fuese realmente interesante. El hueco de su cama sigue caliente, ya es mayo pero todavía queda algo de frío. Es rara y lo sabes, porque ríe a carcajadas y al momento siguiente llora. Nunca nadie le enseñó a hacer las cosas a medias, pero en el fondo te encanta.

Se enfada si le da la gana, te lo repite cada dos por tres, para que no te olvides. Dice lo que se le pasa por la cabeza, pero cuando piensa se calla.

Se queda sentada contra la pared de la cocina, mientras la lavadora gira. Minutos programados que centrifugan las penas, pero... Salen arrugadas. ¿No era lo que esperabas?

Estira los brazos cansada, encoje el corazón para que le quepa en el bolsillo del pantalón. Si lo lleva en otro sitio lo pierde. Una vez lo tuvo fuera de casa mucho tiempo, y todavía le quedan astillas

Rítmico reloj de habitación que ya no escuchas, porque te marchas.

Si no vas a quedarte, no te asomes. No abras la boca si no vas a gritar nada.

domingo, 2 de mayo de 2010

¿Tendrá sangre en las venas?



A veces
necesito de un espejo
para confirmarme viva

Ver que el agua corre
el tiempo cae
y la sal que se desliza es mía

A veces, de cuando en cuando
me hacen falta más de dos manos
para quitarme lágrimas

Pues luchar
y hacerlo sola
es batalla perdida

Y a veces, otras veces
necesito de tu viento
para secarme penas

Y ya no sopla
ni me para
ni tampoco me lleva

Pero no a veces, sino siempre
me levanto en transitorio
estado de alegría

El sol formatea recuerdos
la persiana no admite preguntas
mañana es nuevo día.
F: Londress