jueves, 3 de junio de 2010

A ninguna parte


Desde el parque se veía Madrid tras una carretera a ninguna parte
Destino incierto que no nos preocupaba, nada relevante
Excepto la duda y las constantes ganas de salir a buscarte.

Nos hicimos de silencios y de interpretaciones fugaces
¿Cómo iba a amarte si nunca sentí que te interesase?
Rápido y eficaz, a corto plazo, siempre distante

Pero tú solías creer que era demasiado tarde
Y yo seguí perdida con la cabeza llena de aire
Sin dudas de humo de las que sacarte.

¿Debí llamarte cobarde por no lucharme?
O quizá valiente por renunciar a la comodidad de besarme
Y aguardar con la mirada perdida en un punto del parque

Sin seguir, sin parar
Sin meta a la que llegar, por no soñarme

Nos fuimos sin preguntas,
Así, no hubo respuestas que darte




Foto: Siempre en el tren, hacia ninguna parte

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