domingo, 3 de julio de 2011

PAZ



A veces es simplemente imposible escribirte algo mi vida. Creo que me llevas a un estado de paz que me roba las palabras. Me gustaría explicarte qué vi cuando te vi por primera vez sentado en el banco del parque, la sonrisa más dulce del mundo y la carita morena, los ojos tímidos y la risa franca. Pero no se puede, mi amor. Nada puede definir qué se me pasó por la cabeza cuando te cruzaste en mi camino, ni la satisfacción de saber hoy lo que ayer sólo imaginaba. O el placer de ver tu pijama azul celeste metido en la cama. La excitación de querer más y más, el orgullo de aprender a echarte de menos, la paz de verte. La paz de tenerte. La paz de saberme en tu vida.