viernes, 26 de junio de 2009

26 de Junio de 1988



"Es ese cosquilleo que sientes en el estómago"
Cegada a más de dos metros, sonrisa boba en la cara, incómoda.
Los párpados luchan contra Luz, implacable sable que rompe tus ideas deslumbrando el momento de paz aleatoria entre la gente que vuela aun sin Descanso, que acecha su rutina.
Sales, entras, vuelves. Corres y descansas. Oxígeno en tu garganta
Tus ojos demasiado claros para soportar a Sol
Tu pelo aclarado por la estación del calor
Tu piel enrojecida, como en aquellos días de miradas limpias y transparentes, sin dobles intenciones hirientes
Tú y tu mirada, camiseta empapada arrojada justo antes de romper el agua
Risa sofocada, ganas de playa. Parques, atardeceres, cenas entre redes de estrellas que echan al sol.
Cómplices, secretos. Tu historia es mi historia; compartiendo calor, sudor, cariño
Vas dejando de ser ese niño
Encajan las piezas, la vida nos deja. Acelera el ritmo y no podemos hacer más que reírnos
Ríe, ríe, ríe. No me arrebates nunca tu risa.
Cógeme de la mano, rompamos la memoria. Terminemos con las convenciones que no nos interesan, que giran como norias
Es volver a sentir una vez más ese cosquilleo, esa tranquilidad, falta de actividad
Verano en todos sus aspectos. Ganas de pasarlo contigo. Contenta por haberte descubierto




¡FELICIDADES! :)

Foto: ¿Quién la hizo...?
Aparecen: Rocicasiperono, Andrés Martinez (en mi cumpleaños, por eso sirve también para el suyo)

viernes, 5 de junio de 2009

Desolación


Te escribo con lágrimas en los ojos, como es normal en estos tristes días de desolación y vacío.
Sabes que no lo quise así, que nada de ésto entraba en nuestros planes, el mágico futuro planeado al detalle por tu arrolladora mente, bendita. Sabes que quise llegar contigo al fin del mundo, crecer, madurar, volar, soñar, respirar, llegar a ser... Sabes que quise aprender contigo amor.
Pero el fin de nuestro mundo llegó, antes de su día.
Contemplo a la ciudad dormir mientras mi alma va poco a poco alejándose, y tu fragancia va borrándose de mi memoria. ¿Por qué? ¿Por qué tuvimos que sufrir todo ésto antes de tiempo?
El sinsentido y la impotencia de no poder frenar el destino, nuestros días teñidos de palabras grises, despedidas cada amanecer hasta el momento en que pronunciemos la definitiva.
Perdóname por huir, vida mía. Perdóname, pero sabes que mi defecto nunca ha sido la cobardía
Y sí lo fue amarte demasiado... No poder contemplar tus ojos teñidos de melancolía al decir el adiós definitivo, las palabras que mutilen nuestras vidas.
La negra noche teñida de rojo me reclama, su imparable marcha me grita, me llama.
Y corro... Sólo en mi mente corro y te robo el último beso. La última bocanada de oxígeno para mi corazón en ruinas. Solo entre la ciudad y sus espinas.


Foto: Javier Salinas
Aparece: Diego Martínez Gosálvez