Extraños en un tren.
Estoy hecha de pequeños excesos, de extremos opuestos siempre enfrentados, nuncla mezclados
Estoy hecha de un poco de furia y otro poco de dulzura, un poco de inocencia, otro de indecencia
Alegría y melancolía, cabezonería dócil, inexperta sabiduría.
Hecha del eco de tu risa, la luz que apagas con una sonrisa cuando te vas a dormir.
Estoy hecha de ti
Del color avellana de tus ojos grandes, la aspereza de tus manos hábiles y la curva sinuosa de tus labios
Tengo ganas de tenerte, ¿sabes? Abrazarte no sólo cuando me regales tu presencia.
Oir tu voz a pesar del par de kilómetros que separan nuestras vidas.
Soy la mezcla de mi insistencia y tu dejadez, de mi falta de fe y tu confianza exasperante.
Mezcla de mi acústica y tu rock, mis palabras suaves y tus letras sin compasión.
Mezcla de ti y de quien un día fui.
Tengo cinco dedos que se estiran y otros cinco que siempre te tocan, tengo ganas de verte, tengo ganas de tu boca.
Quiero llevarte hasta mi cama, taparte con mi cuerpo, escuchar tu risa desde su garganta. Es la dueña de tus cuerdas vocales
Quiero tener tu ironía cada mañana, que te burles de mis gafas de estar por casa.
Matar las tardes de domingo en tu sofá.
Tengo ganas de tenerte, ¿sabes? Quiero que lo sepas
Aunque no sea nada tuya
Aunque no seas ni un poco mío
No es más que la entrega sin posesión
Tu presencia en mis días es mi meta
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