sábado, 13 de marzo de 2010




2 de Agosto 09


Sabes bien, como yo
Que la vida es un cúmulo de despropósitos
No tienes, sin saberlo, pero lo quieres
Nada esperas, por no conocerlo, y aparece

Tú me gritas, me odias, me culpas
Yo me agacho y encojo los hombros.
Y te digo que no hay más de lo ya dicho
Que tú y yo no siempre forma un nosotros

No es casualidad si tú la buscas, sin saber su nombre
Y clamas al techo de tu cuarto un reparto más justo.
Pides algo que te llene el alma, explicas su forma
Y me intuyes y crees entonces encontrarlo

Yo no soy lo que tú dibujas en tu mente
Ni mi perfil la perfección gravada en tus retinas
Tienes un filtro de color frente a la cara
Yo lo veo, y no soporto tu rabia ciega.

No ves nada, y me exiges a tientas
Y, valiente, te autoproclamas como mi respuesta
Sal de las canciones, devuélveme mi vida
Que aunque fría, me duele tu pena

Escogí ser carcelera de mis palabras
Callarme los extremos de mi locura
Silenciar mi voz y apagarme
Caer en una enfermedad sin cura

Lo malo te habría hecho odiarme
Y con lo bueno nunca me hubieses dejado continuar
Por no mentirte, no se acaba
Y por llamarme mentirosa, no puedo marchar


Te conviertes en virus latente
Acechando en mis noches, bajo la almohada
El asunto pendiente, escrito en la memoria
Más, no voy a ofrecerte nada





Foto: Muere el invierno (la navidad hace ya mucho, menos mal)

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