miércoles, 3 de marzo de 2010







Pasillo, mirada encendida
Verano, césped oscuro, piscina

Sales en una foto, pequeño desconocido
Te miro y no te reconozco, ni me importa
Me miras y me siento fuerte, poderosa
Vestido de vuelo, cazadora.

Y casualidad. Rabia por mi parte. Azar
Indecisión
Otra vez te miro. Tú pareces escuchar
Alcohol. Y me vuelves a mirar. Alzo los ojos al techo del garaje y pido perdón
Una disculpa por mi poca voluntad.

Disfraz, vestido blanco y clavel
Rojo, como tus labios casi por mi pintalabios
Casi, faltan unos momentos
Y otra foto, que nos congela
Y otra mirada divertida, nos hace menos extraños

Me besas. Banco. Prisa. Culpa por hacértelo en medio de la calle
Culpa por dejarme llevar
Sin conocernos, cercanos. Me tocas, como un piano.
Suena fuerte, no hay arrepentimiento. Y decido apostar.

Cuatro por el verde que me lleva hasta tu casa
Moratones, mordeduras. Me duelen las piernas y las ganas y las dudas
Tu boca destrozada, la mía delirando
“Te quiero a mi lado, en mi cama, gritando”


Escalera conocida de voces amigas, sin embargo, apartadas
Casi a oscuras, con ansia, con dulzura
Con el placer y la lujuria de compartir cariño
Poseedor, aunque sea, de mi locura.


Enajenada, ajena y contigo, pequeño.








Foto: Sí, esta es.

No hay comentarios:

Publicar un comentario