domingo, 8 de noviembre de 2009
Tiemblo
Ruido de aspiradora. Me da miedo volver a perder el control.
La miro y no entiendo su fuerza, dos años son demasiado y poco.
Juega con el perro en pijama, se ríe. Recuerda con la mirada perdida
Demasiados días luchando contra el tiempo
Muy poco para haberlo conseguido.
Bailamos cada mañana con la batalla perdida, con la rutina, con la impotencia asumida
Malabares de gasolina y carreras para llegar a la hora de comer. Siesta apresurada, juegos de lucha libre, sin reglas para ganar la partida. Siempre una partida, nunca una guerra.
Continuamente siguiendo, el modo game over no entra en nuestro día a día.
Que no lo entiendo, te repito. Que no me parece justo, es una mierda.
Hoy no tengo ganas de ser la fuerte, la que ignora, la que continua. Hoy quiero quedarme cinco minutitos más en la cama eternos, una mañana entera de pensar sólo en mi, en ti, en él. En ella. Ella lo es todo
¿Y quién lo entiende? Si ni yo sé que se siente
Llora un rato, se mi confidente.
Dame tu mano, no preguntes. Bésame y miente
Rompo el molde, sigo tras la pausa. Borras mi esquema.
No me salen más lágrimas, las derrame sola (no estabas conmigo, como siempre pero como nunca hasta entonces)
Quiero que lo sepas, aun no te he perdonado. Ni por asomo
Tomo el modo escritura automática. Alivia.
Me subo a los tacones, crezco o me hago mayor, como tu lo veas. Alguna cana, alguna arruga, pero todavía pocas. Dieciocho son demasiados y pocos. Demasiados años para pasar de todo, muy pocos para superarlo.
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Hola, soy el autor de los poemas de El resultado no importa. Gracias por pasar por allí.
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