Ya no ha aire para darte en un beso acristalado
Norte que perder mirando a Marte por la noche
Estatuas latentes y mi corazón de piedra
Ya no hay camino, no hay destino en algún parque
Paso a paso despacito hacia lo inevitable
Cafés y rostros el la memoria ardiente
Quemas días, ¿qué más da? quema tardes
Que lo que no se tiene, no cabe
Y no hay hueco en la memoria para decepciones
No hay mañanas que suplanten noches mojadas
Lágrimas sin salida que cuando brotan, atan
Sujetos frente a hechos siempre inolvidables
E irás viendo como todos marchan, implacables
Cómo tú te cansas de ir hacia ninguna parte
Que entrada y salida son la misma puerta
Y una vez la cruzas, el camino es de regreso
Con miradas a rastras.
Foto: Álvaro.
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