lunes, 12 de abril de 2010

¿Para qué lo hago, si a nadie le interesa?




La nostalgia de no verte y no saberte me llena los ojos de arena de playa, por eso lloro. A veces la rabia me tiñe los iris de otro color, a veces el miedo cambia los días. Por la mañana dormida, como muerta, agotada. Por las noches despierta, con la piel en carne viva. La tarde es de tránsito, despierto al recuerdo, caigo en silencio en la cama. "Prepárate, que toca otra vez".


Chirría el reloj de cocina de mi habitación, y el tiempo se vuelve en si mismo. Se para pero hace ruido. Duermevela. Se encoje y me pone al revés. Tengo el corazón latiendo fuera. Por eso puedes oirlo tan fuerte, cerca de ti.



Sécame la cara con una toalla azul. Vámonos al mar.


Foto: En esta caracola sí que se escuchan bien las olas

1 comentario: