jueves, 17 de junio de 2010

Libertad condicional



Miro por la ventanilla y se me atragantan las lágrimas. Aceleras, subes la música. Gritas mil preguntas, y no esperas a que diga nada. Vuelve la quemazón en la boca. Me haces sentirme estúpida. Palabras al borde de la lengua, vibrando en la garganta.

Dolorosa impaciencia, que cuando me alcanza, se cansa.

Seguimos en realidades paralelas separadas por una mampara. Te miro desde el cristal, y aunque me intuyes, no puedes verme la cara. En el bolso, piruletas, para mantener la boca ocupada. Los besos son más fáciles que las frases extirpadas.

Subo al escalón, y un poco más cerca del cielo. "No me eleves si te vas mañana".

Debí decirlo a tiempo.

No me hagas sentir frágil para nada.

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