martes, 29 de diciembre de 2009
Me late el cuerpo como si tuviera un volcán bajo la piel, pero tengo frío... Es extraño
Camino por mis calles con el paso de una extraña, echando de menos el calor. Madrid pierde su magia los días grises, y yo con ella las ganas de vivir. Aunque suene un poco radical.
Sol está transformado: pasamos de hablar de "Madrid en obras" a "Madrid en charcos"
Chapoteo estropeando todo lo que se me ocurre vestir dejando huellas de agua sobre huellas de recuerdos. Se me eriza el pelo, se enrojece la piel, me siento triste.
Corro entre la gente levantando el paraguas, irritada por su paso lento, no soporto andar como si me pesara el cuerpo. La gente me mira intrigada, ¿dónde irá tan rápido?
¡Y dónde vas tú tan despacio!
Me gusta sortear el tráfico de peatones, es como un juego. Te veo en cada reflejo de coches volando entre nubes de agua proyectada.
Te echo de menos todavía, el cambio de año no ayuda.
Te encuentro a veces entre la gente, durante un segundo revuelves mi pelo como solías hacer, sonríes y desapareces. Como antes, exactamente igual.
Bueno, te lo cuento para no romper tradiciones. De todos modos nunca esperaba respuesta de ti.
Me siento rara, ¿sabes? Los días pasan voraces y no entiendo nada. Me aprieta el corazón pidiendome a gritos algo, y no quiero pasar más días sin saber qué quiero. Que sí, que sí, no lo digas más veces. Sí que sé qué necesito. Pero es difícil reconocerlo
Y me da miedo. Pánico mejor dicho
Él
Foto: Roci Esperilla (nieva en atocha)
martes, 8 de diciembre de 2009
Chicas que se esconden debajo del puente
Cruza la calle en silencio, un pie detrás de otro,
con ruido de tacones que recuerdan besos rojos de sed
Que difícil es saber que todos te miran y traspasan tu cuerpo
que todos te tocan pero nadie llega.
Has congelado el tiempo hasta hacerme sentir que vivo en ralentí, que sólo se acelera el pulso cuando te veo, el instante antes de besarte, el segundo fugaz de cruzar tu puerta y colgarme de tu cuello. Me marea, me da vértigo.
Me atropellan los peatones sin nombre,con vidas que se extinguen al doblar la calle. Con un universo propio tan pequeño como el que cabe en mi pensamiento un segundo. Las arterias de la ciudad fuman el humo de coches y coches muertos,con conductores autómatas, que duermen, desayunan café con hielo, se levantan, corren, vuelven a dormir... Esa no es forma de vivir.
Y el metro ahora me parece demasiado pequeño para ti, traspasas las ventanas sucias con tu luz, desbordas mis pasos de ganas, de ansias. Estoy en una nueva dimensión. Veo el mundo desde tus ojos. Y me gusta, me gusta hacerlo
lunes, 23 de noviembre de 2009
Chaassss
Ya ves, me gusta mirarte con la media luz de las farolas del parque de noche, tus labios desde arriba son preciosos, carnosos. Parecen tener mucha sed, como yo.
Me asfixia el invierno, la inminente Navidad. La gente fingiennnndo alegría por la Calle Mayor, como si a todos les gustase intentar andar contracorriente, la marea de gente que baja desde Preciados de ver Cortilandia con sus bolsas del Corte Inglés medio rajadas por los picos de cajas de cartón-contenedor de algun juguete ESTÚPIDO que el niño en cuestión romperá a mediados de marzo.
Me agobia, me falta el aire (quizás también por la falta de comas, todo puede ser). No me gustan las reuniones familiares tirantes, no poder andar por la ciudad sin ver gorritos rojos y pelucas rubias por todas partes. ¿Qué tiene esto que ver conmigo?
Nada. No me situo. Ayúdame a encontrarme. Sigo necesitando algo
¿Me lo das?
Foto: Caramelos mercado San Miguel
sábado, 14 de noviembre de 2009
Nuevos tiempos se aprecian entre las línas que mutilan el cielo
Me has matado Andrea
Te hablo a ti, sin el tú poético que tanto gusta, que tanto empleamos para embellecer unas palabras que, carentes de receptor, están vacías.
Te escribo a ti, con tu nombre en la boca para que todos lo sepan.
Sentada sóla en casa de mal humor, cansada de este día tan tonto y tan tarde tan pronto, se me ocurre de pronto mirar tus pensamientos. Leerlos, que siempre es más fácil
Y... Me sacas las lágrimas
No suelo conmoverme con lo que escriben otros. Supongo que el hacerlo a diario te hace ver de forma más crítica lo que plasmas y lo que plasman, exigiendo más. Siempre más.
Más emotividad, más sinceridad, una ventana menos opaca hacia algún interior. Más creatividad, simplicidad, capacidad de abstracción y atracción, empatividad (¿Existe esa palabra? Da igual)
En fin, me pierdo, como siempre.No suelo etc etc, pero hoy... Pum! Has cambiado el rol
Me has dejado sin palabras, de verdad.
Y no voy a llenar la página con te quieros vacíos, que tanto escuchamos día a día y tanto nos joden cuando sabemos que no son más que palabras. No voy a hacerlo, me lo prometo
Pero eso sí. Cuando llegue el momento, la casualidad, el instante oportuno...
Podrás contar conmigo. También te lo prometo
Una última cosa... "Todas las cosas que suceden tienen un sentido y muchas veces no somos muy capaces ni de conformarnos ni de dejarnos llevar y disfrutar, y todo por querer tener la seguridad de que somos nosotros los que controlamos la situación y no a la inversa."
Hazte feliz
domingo, 8 de noviembre de 2009
Tiemblo
Ruido de aspiradora. Me da miedo volver a perder el control.
La miro y no entiendo su fuerza, dos años son demasiado y poco.
Juega con el perro en pijama, se ríe. Recuerda con la mirada perdida
Demasiados días luchando contra el tiempo
Muy poco para haberlo conseguido.
Bailamos cada mañana con la batalla perdida, con la rutina, con la impotencia asumida
Malabares de gasolina y carreras para llegar a la hora de comer. Siesta apresurada, juegos de lucha libre, sin reglas para ganar la partida. Siempre una partida, nunca una guerra.
Continuamente siguiendo, el modo game over no entra en nuestro día a día.
Que no lo entiendo, te repito. Que no me parece justo, es una mierda.
Hoy no tengo ganas de ser la fuerte, la que ignora, la que continua. Hoy quiero quedarme cinco minutitos más en la cama eternos, una mañana entera de pensar sólo en mi, en ti, en él. En ella. Ella lo es todo
¿Y quién lo entiende? Si ni yo sé que se siente
Llora un rato, se mi confidente.
Dame tu mano, no preguntes. Bésame y miente
Rompo el molde, sigo tras la pausa. Borras mi esquema.
No me salen más lágrimas, las derrame sola (no estabas conmigo, como siempre pero como nunca hasta entonces)
Quiero que lo sepas, aun no te he perdonado. Ni por asomo
Tomo el modo escritura automática. Alivia.
Me subo a los tacones, crezco o me hago mayor, como tu lo veas. Alguna cana, alguna arruga, pero todavía pocas. Dieciocho son demasiados y pocos. Demasiados años para pasar de todo, muy pocos para superarlo.
viernes, 30 de octubre de 2009
Pica
Hoy (hace unos cuatro minutos) he comprobado lo que creía que era una leyenda urbana... ¡Cortando cebolla se llora! Increible.
Llevo toda una vida pensando que era mentira (y no por no cortar cebolla, ¿eh? Que estoy preparando CEBOLLA con guisantes y jamón. Hmmmmm), y de repente...
Vivimos rodeados de imitaciones, de cosas que creo que podrían o deberían ser de una forma, y no son más que una vaga copia de la realidad. O un sucedáneo (palabra que a Irene y a mi nos encanta...) Es increible cuando encuentras algo auténtico
(¡Y tan increbile! ¡He salido directa al baño llorando!)
Estoy aburrida de hablar de rutina, de no encontrar nada que me inspire... ¿Es lo que llaman el modo standby? Estoy aburrida de pensar en el tráfico, en la gente sin rostro en el tren... En el frío y el Otoño tan caluroso que estamos teniendo este año (¡Y que siga!). Divago día sí y día también sobre inmigrantes, amas de casa, ejecutivos treintañeros vulgares, sobre si encontraré o no trabajo dentro de unos cuantos años... Sobre ropa, sobre volver a la vida sana (Primer paso: tres días de gimnasio esta semana, y ¡Cebolla con guisantes!), sobre sitios a los que quiero ir, cursos que hacer, sobre lo poco bien que se me da usar la cámara (que ganas de hacerrrlo bien), los Cien Montaditos abandonados...
Necesito. Necesito algo
domingo, 25 de octubre de 2009
Es una mentira invernal, como el cambio de hora.
Crees que a partir de ahora te costará menos madrugar para ir a clase, porque, al fin y al cabo a nadie le supone demasiado irse a dormir una hora más tarde, tienes que despegarte con aceite hirviendo del ordenador, de la tele, del teléfono, de tu libro de mesilla...
Crees que te levantarás de mejor humor, que pensarás... ¡Me he quedado dormida!
Pero.. ¡JA!
Deja que pasen unos días, el madrugón será el de siempre. Solo que ahora a las seis y poco de la tarde... De tarde queda poco. Noche negra, cerrada. Cada día tendrás menos y menos ganas de salir de fiesta, de salir en general (siempre pensando en lo mismo, coño). Cada día más pálida, más harta del invierno. ¡Y encima por las mañanas luz!
Siesta matutina en el tren iluminada... ¿Como que no pega, no?
Es una mentira, como otras tantas. Como besos robados, instantes que crees que te pertenecen, pero sólo son la miel que te ponen en los labios y te quitan.
De verdad que ya, se acabó.
Y sólo voy a decirte una cosa. Me da miedo.
Me da miedo empezar a pensar en ti de este modo, distinto. Perder el aire de inocencia,
"empezar a creer querer ser"
Que jodidamente farragoso.
Te necesito.
Foto: Elvira
Aparece: rocicasiperono, Copenhague 08, frío (quiero otro contigo...)
viernes, 23 de octubre de 2009
Venga, vamos
Hay un rostro borroso en mi memoria.
Unos ojos azul cobalto, gabardina negra cercándose sobre mi.
Recuerdo un beso en la Gran Vía entre tópicos de edad, risas sofocadas de caras amigas de noche
Pasos ebrios desde las alturas, vestido corto, el primer abrigo de la temporada.
Hubo un amor infinito en un instante fugaz, una sonrisa sincera, curiosa, alcoholica
Aun puedo oler su aftershave, saborear su lengua, escuchar su voz
Era como un personaje de Etxevarría, atípico, ácido y de manos suaves
Su cara todavía se cierne entre la culpa y las ganas
Y a mía aun sonríe... Jugando
¿Quieres participar?
martes, 13 de octubre de 2009
Declaración de amor de medio pelo.
Sientes como las palabras se amontonan en tu estómago, revolotean por tu garganta.
Ascendiendo y haciéndote querer vomitarlas dúlcemente, en un acto de puro amor y armonía con tus manos crispadas, con tus ganas de crear.
Vida y lucha conviven cada día, se enfrentan en las horas en que el mundo es tuyo, tu realidad, tu salida.
Ves amor y odio en un contiguo combate. Libertad. Miedo
Los que entendimos el miedo sentimos la rutina de una forma diferente. Bebes el café de la mañana con un ojo puesto en un padre que un cierto día rutinario estalló. Tomas el autobús para ir a clase temblando cuando se tambalea, sabes que podría ocurrir, no es algo lejano que no te toca a ti. Sales de casa en el coche con quien lo sintió contigo, y miras a tu alrededor, buscando siempre protección. Sabes que no siempre todos te la asegurarán.
Piensas en tus hermanos, tus amigos, tus seres queridos y los ya casi odiados. Experimentas la alarma, la fragilidad de los días, lo efímero de tu cuerpo ya pálido por el otoño.
Sientes la belleza del baile de las horas. Sientes la vida.
Vida es el hombre sentado en el apoya brazos de un banco fumándose un cigarro, apurando sus ganas. Es el amanecer que te sorprende cada mañana camino a la estación. Es la pasión por una persona que sientes tuya, parte de ti.
Es tu entusiasmo, el salto al bajar del autobús corriendo y con una sonrisa. Es el placer de hacer lo que te gusta, decir lo que te da la gana, reirte aun sin compañía.
Vida es tu música. Es redescubrir a los que estaban a tu lado sin ser más que máscaras difuminadas. Tú eres vida.
Entiende la continua desasociación unida.
Vive con ganas de quemar energía. Besa a quien quieras, siente tu placer de forma pura, absoluta.Grita.
Una vez más libertad y miedo nos dividen. Se mezclan, se separan
Recuerda sólo una cosa
No puedes perder lo que lleva tu nombre. Si me pierdes pierdo una parte de mi alma
Foto:Bea Rodriguez Solís (Bonita!)
Aparecen: Rocicasiperono y su Elvira
martes, 29 de septiembre de 2009
Rabiosa
Hoy estoy harta, cabreada.
No me da la gana de comerme el pico de la barra de pan, de quitar los pies del asiento del tren por mucho que lo diga el viejo borde de turno. Estoy cansada de ser simpática cuando no me apetece. Cansada de los problemas serios y "estúpidos", de las discusiones de jóvenes y adultos.
De la rutina, de perder el metro, de las carreras en las medias de invierno. Del frío.
Lo estoy de los días grises, que no han hecho más que empezar. De la nariz roja mocosa, las manos moradas, esperar el buho los viernes congelada.
Estoy cansada de que me traten como un trapo, de los amores para un rato. Del mismo juego cada día... De la comida a las cuatro, fría.
No quiero más miedos, más partidos de fútbol. No quiero seguir viviendo a medias.
Basta de compromisos obligados, esta noche quiero reventar. No soporto hacer ni un test de autoescuela más.
Quiero borrar los recuerdos, no estar rodeada de extraños. Empezar a entenderme a mi misma.
Vaya basura de día
martes, 15 de septiembre de 2009
Extraños en un tren.
Estoy hecha de pequeños excesos, de extremos opuestos siempre enfrentados, nuncla mezclados
Estoy hecha de un poco de furia y otro poco de dulzura, un poco de inocencia, otro de indecencia
Alegría y melancolía, cabezonería dócil, inexperta sabiduría.
Hecha del eco de tu risa, la luz que apagas con una sonrisa cuando te vas a dormir.
Estoy hecha de ti
Del color avellana de tus ojos grandes, la aspereza de tus manos hábiles y la curva sinuosa de tus labios
Tengo ganas de tenerte, ¿sabes? Abrazarte no sólo cuando me regales tu presencia.
Oir tu voz a pesar del par de kilómetros que separan nuestras vidas.
Soy la mezcla de mi insistencia y tu dejadez, de mi falta de fe y tu confianza exasperante.
Mezcla de mi acústica y tu rock, mis palabras suaves y tus letras sin compasión.
Mezcla de ti y de quien un día fui.
Tengo cinco dedos que se estiran y otros cinco que siempre te tocan, tengo ganas de verte, tengo ganas de tu boca.
Quiero llevarte hasta mi cama, taparte con mi cuerpo, escuchar tu risa desde su garganta. Es la dueña de tus cuerdas vocales
Quiero tener tu ironía cada mañana, que te burles de mis gafas de estar por casa.
Matar las tardes de domingo en tu sofá.
Tengo ganas de tenerte, ¿sabes? Quiero que lo sepas
Aunque no sea nada tuya
Aunque no seas ni un poco mío
No es más que la entrega sin posesión
Tu presencia en mis días es mi meta
martes, 8 de septiembre de 2009
El arte de controlar el Descontrol
Ya no tengo ganas de seguirte el juego, besar tu cuello. Lo siento.
Me gustas así, vestido y abrazándome, con tu boca suave sobre mis labios. No me quites la ropa, no muevas tus manos, estoy harta de ser esclava del vicio, de tus redes pegajosas.
Metidos en un círculo de autoengaño y un pelín de compasión por las necesidades del otro nos encontramos cada domingo por la tarde. Como nuestra particular misa fuera de horario, acudimos cada semana a la cita con el confesionario, en este caso con el espejo que nos muestra la perversión de nuestras almas. Seguimos siempre un curioso ritual, ¿No crees?
Me miras, me abrazas y plantas tu boca en mis mejillas. No puede llamarse beso a lo que haces.
Te tumbas y cierras los ojos, me atraes con tus brazos férreos y obligas a mi cabeza a descansar en tu pecho. Te miro, me debato...
Y me dejo llevar.
No sueles besarme más que un par de veces. Me haces sentir como una Pretty Woman que reserva sus labios al Gran Amor, solo que es ciertamente involuntario. Me agarras, me mueves, me controlas. Tu cara se tiñe de cierta violencia, cariñosa quizás...
Estoy cansada de perder tiempo contigo, conmigo misma. Con mis malos ratos por momentos de dudoso placer. Dudoso, muy dudoso.
sábado, 5 de septiembre de 2009
Doña Coro
Nos gustan los versos suaves, musicales. Las palabras lentas pero claras, los besos de ron, sensuales.
Nos gusta bailar, el placer, sonreír. Amamos llevar el control, reír hasta no dormir. Descansar en duros brazos de algodón
Nos gusta el sol, el mar, el rap, poesía cantada que llena tus oídos de orgasmos líricos.
Los hombres guapos, las mujeres interesantes (pobrecitos, no alcanzan nunca a llenarte).
Nos gusta escribir, filtrear, amar, olvidar. La música colma nuestros tímpanos y nuestras vidas.
Nos llenan las personas misteriosas que no conoces con un golpe de vista. Los miércoles, montaditos y cañas.
Los jueves funky, los viernes electro, los sábados indie, los domingos hip hop.
Amamos la variedad, la falta de precariedad, falta de mediocridad.
Disfrutamos al viajar, respeto reverencial por la carretera. Renacimos el mismo día, ahora somos hermanas.
Nos gustan los vestidos de flores, los zapatos de tacón, las mañanas con zapatillas de Decatlón, modelo Air Force
Y me gustas más tú, con tu cara de luna preciosa, tus ojos almendrados, sonrisa jugosa, dientes blancos.
Tu pelo oscuro, brillante. Tu risa etílica, tu mirada seria.
¡Me encantas!
Foto: ¿Quién la hizo?
Aparece: Andrea Cora
lunes, 31 de agosto de 2009
Viajes
Vuelvo a abandonar mi alma a la carretera.
Resentida, se alejó del vaivén dulce de las aterradoras curvas de asfalto y precipicio, y me negó el extraño placer de matar horas al volante. Asustada negó disfrutar viendo contiguos paisajes tostados.
Pero es hora, ya es hora de olvidar y dejar a la inspiración hacerse cargo de un nuevo tema del que hablar, sentir.
Y lo que siento ahora son los pueblos blancos escondidos entre gargantas verdes como la misma suerte. La luz entorna los párpados y la velocidad recorre como un espasmo mis piernas adormecidas.
Vámonos juntas, conozcamos un nuevo lugar y enamorémonos de un nuevo banco girado hacia la puesta de sol de un pueblo hasta ahora desconocido. Quiero pasar contigo seis o siete horas en silencio, con una boba sonrisa en la cara cansada, como tu vista por tanta belleza enlatada en una vulgar postal de cincuenta céntimos, que tu sabes que vale más, mucho más que eso.
Coge tu cámara y tus manos ansiosas por plasmar el centenar de sentimientos al borde del desmallo, quieren ser algo, no un simple cosquilleo de frío en tus dedos.
Echaremos a correr por angostas calles en cuesta, de blancas casas y mirada negra de secretos y geranios rojos andaluces. Nos reiremos desfallecidas en lo alto de una colina grisácea, mirador del Atlántico, puente de culturas fugaces, pero permanentes en nuestra historia. Plasma tus fotos, inspirarás mis palabras. Forma parte de ellas, te necesitan, te necesito. Viajemos juntas, sólo tú y yo. Volvamos a ser parte de la misma canción.
¿Querrás hacerlo? ¿Querrás alejarte conmigo? Sin ti, el viaje desgastará mi corazón.
Foto: rocicasiperono
lunes, 3 de agosto de 2009
Maniobras de escapismo
Juguemos a la nostalgia, un ratito.
Una vez sentada, con las piernas cruzadas sobre la silla morada, puedo permitirme pensar un poco en ti, pero un poco nada más, recuerda. Si no sería darle demasiada importancia a los sentimientos clavados en el pecho, que chillan y patalean y exigen ser liberados, pobrecitos.
Tras el día del Renacimiento todo me da miedo, seguro que tu también experimentas eso mismo, pero siempre multiplicado por esa manía tuya de exagerar y hacer que toda atención sea puesta en ti. Todo me da miedo... Todo, especialmente volar, algo que quizás había sido hasta ahora mi momento de más ansiada libertad, mirar al suelo y pensar "no soy nada, no importa nada, todo es pequeño..."
Ahora lo pequeño y lejano es, sin embargo, otra cosa... ¿Adivinas?
En el Retorno, tras dormir un poquito cediendo al sueño el impulso de agarrar lo más sólido que tenía en mi mano, desperté en medio del atardecer madrileño.
Que bonito es Madrid bañado en luz oscura, malva en su techo. Recuerdo mi genial pensamiento en ese instante apaciguador al ver mi hogar: "Si el avión cae y muero ahora, moriré en casa y pensando en ti, tonta estúpida".
Recuerdo pensar que era un pensamiento divertido, locuaz.
Recuerdo llorar un ratito deseando que mi rubia me viera hacerlo y a la vez incapaz de emitir un ruido de auxilio.
Recuerdo demasiadas cosas de ese instante tan corto...Tan fugaz... Tanto como lo es la esperanza de poder estar a tu lado sin más problemas, sin rencores ni puñales.
Es curioso este gran defecto humano llamado rencor. Se te clava en el corazón y parece que incluso yendo al médico podrías observarlo con una ecografía, reptando por tus venas y contaminando cada célula de tu cuerpo, como un inquilino en los "felices días del verano de los dieciocho". Que vayan a otros con ese cuento.
Es curioso, y desagradable y deprimente, que pese a tanto quererte decida...Pasar de ti, hablando en plata. Lo es aun más tu sorprendente capacidad de mirar a todas partes y verte sólo a ti misma, como si cada rostro fuese un espejo, cada nuevo escenario un déjà vu y cada vida un peatón en tu calle, un transeúnte estúpido pagado para hacer de extra en ésta la película de tu vida hollywoodiense. Cuanta rabia destilan mis palabras, aun me sorprende hasta que punto me duele no tenerte a mi lado, maldita egocéntrica.
¿Y para qué rememorar los actos? Para nada, eres la eterna lectora en potencia, que siempre afirma conocerlo y nunca pasa de la primera página del libro "relación entre Rocío y su aparente amiga"
Nunca pasas de la primera página, nunca leerás ésto. Nunca entenderás nada.
Me bajo de la silla, y me subo a la cama.
Hasta mañana.
Foto:Rocicasiperono
Aparecen: Maaru y roci.
miércoles, 1 de julio de 2009
Calles.
Las calles palpitaban tras tu paso.
Mi mirada te seguía ansiosa, curiosa...Los ojos clavados en tu espalda. El viento aun gélido de la noche del mes de marzo me empujaba hacia tu cuerpo, revolvía nuestra ropa ligera. La oscuridad cubría la ciudad, transformada al marcharse el sol sonriente de primavera, juguetona luz engañosa, de luminosos rayos fríos. Sólo estábamos tú y yo, casi dos extraños que se miran por casualidad en la madrugada madrileña. Sólo un cruce de miradas accidental, un perfume empujado por el aire, un roce al andar por la angosta acera. Nos observamos. Tu cámara, tus manos, tu cara de niño risueña. Mi gesto adusto, mi pelo rebelde, mi vestido que tan bien conocías.
Fueron segundos eternos, años clavados en nuestras retinas que volvían a nacer tras tantas estaciones separados.
Transcurrió un fotograma en mi cabeza, y de pronto... Viejas costumbres recuperadas con sólo olerte.
El olor de tu piel cálida, tus cabellos suaves, tu barba como pintada en esa cara de niño. La tinta y el carboncillo de tus manos de artista, el perfume metálico de la cámara que nunca sueltas, y finalmente, en una última ráfaga...Un olor todavía clavado en mis fosas nasales. Acre y amargo, dulce y tentador. El olor de tu evasión, del escape de tu alma atormentada, olor a lágrimas, vasos rotos y noches en vela.
Me miraste una vez más y tu gesto cambió. Me reconociste, no sólo sabiendo quien era tras estos largos seis años. Me miraste como lo hacías antes, desnudándome el alma, dibujándome en tu cabeza. Tantas veces me retrataste en la pobreza de tu piso destartalado...En silencio durante horas, sin ropa ni vergüenza, ni pudor, ni otra cosa que ardor en mi cuelpo y concentración silenciosa. Me deformabas hasta hacerme sentir extraña contemplándome en tus imágenes, trofeos que exponías como la Mona Lisa que te inmortalizaría, con una tela azul de raso sobre los hombros que quemé cuando pude arrancarte de mi alma. ¿Era el mounstruo de tus pinturas la chica que tú amabas?
Me miraste de ese modo, en esa calle vacía, y tu ausencia en mi vida de pronto comenzó a peligrar, amenazando con llevarme al agujero negro de tus brazos, torbellino de emociones que no dejaba espacio para nadie más en mis días.
El pánico me embargó, y eché a correr... Los zapatos resonaban en el asfalto demasiado lento, como en mis pesadillas infantiles de reencuentros.
Crucé la calle, el parque. Mi salvación
Sólo has sido un espejismo, me lo prometo. Me lo aseguro (...)
Foto: Javi Salinas
viernes, 26 de junio de 2009
26 de Junio de 1988
"Es ese cosquilleo que sientes en el estómago"
Cegada a más de dos metros, sonrisa boba en la cara, incómoda.
Los párpados luchan contra Luz, implacable sable que rompe tus ideas deslumbrando el momento de paz aleatoria entre la gente que vuela aun sin Descanso, que acecha su rutina.
Sales, entras, vuelves. Corres y descansas. Oxígeno en tu garganta
Tus ojos demasiado claros para soportar a Sol
Tu pelo aclarado por la estación del calor
Tu piel enrojecida, como en aquellos días de miradas limpias y transparentes, sin dobles intenciones hirientes
Tú y tu mirada, camiseta empapada arrojada justo antes de romper el agua
Risa sofocada, ganas de playa. Parques, atardeceres, cenas entre redes de estrellas que echan al sol.
Cómplices, secretos. Tu historia es mi historia; compartiendo calor, sudor, cariño
Vas dejando de ser ese niño
Encajan las piezas, la vida nos deja. Acelera el ritmo y no podemos hacer más que reírnos
Ríe, ríe, ríe. No me arrebates nunca tu risa.
Cógeme de la mano, rompamos la memoria. Terminemos con las convenciones que no nos interesan, que giran como norias
Es volver a sentir una vez más ese cosquilleo, esa tranquilidad, falta de actividad
Verano en todos sus aspectos. Ganas de pasarlo contigo. Contenta por haberte descubierto
¡FELICIDADES! :)
Foto: ¿Quién la hizo...?
Aparecen: Rocicasiperono, Andrés Martinez (en mi cumpleaños, por eso sirve también para el suyo)
viernes, 5 de junio de 2009
Desolación
Te escribo con lágrimas en los ojos, como es normal en estos tristes días de desolación y vacío.
Sabes que no lo quise así, que nada de ésto entraba en nuestros planes, el mágico futuro planeado al detalle por tu arrolladora mente, bendita. Sabes que quise llegar contigo al fin del mundo, crecer, madurar, volar, soñar, respirar, llegar a ser... Sabes que quise aprender contigo amor.
Pero el fin de nuestro mundo llegó, antes de su día.
Contemplo a la ciudad dormir mientras mi alma va poco a poco alejándose, y tu fragancia va borrándose de mi memoria. ¿Por qué? ¿Por qué tuvimos que sufrir todo ésto antes de tiempo?
El sinsentido y la impotencia de no poder frenar el destino, nuestros días teñidos de palabras grises, despedidas cada amanecer hasta el momento en que pronunciemos la definitiva.
Perdóname por huir, vida mía. Perdóname, pero sabes que mi defecto nunca ha sido la cobardía
Y sí lo fue amarte demasiado... No poder contemplar tus ojos teñidos de melancolía al decir el adiós definitivo, las palabras que mutilen nuestras vidas.
La negra noche teñida de rojo me reclama, su imparable marcha me grita, me llama.
Y corro... Sólo en mi mente corro y te robo el último beso. La última bocanada de oxígeno para mi corazón en ruinas. Solo entre la ciudad y sus espinas.
Foto: Javier Salinas
Aparece: Diego Martínez Gosálvez
domingo, 31 de mayo de 2009
Volando lejos
Anochece muy temprano en Copenhague.
Las calles me arrastran hacia el canal, atravesando el ghetto
Me miran sin rozarme con sus ojos albinos, sus rostros translúcidos que hacen enmudecer de envidia a mi piel de lino.
Comienza de nuevo la opresión en el pecho, el ansia de calor, de empatía, de sol, y echo a correr. Corro y corro hasta no poder más, corro buscándote, corro en mi locura delirante de extrañarte.
Cuerpos esbeltos enguantados, escondidos protegiéndose del viento. Tiendas extrañas.
Hasta los mendigos tienen otra aura.
Mis ojos vuelan, mi mirada llora. Mi piel necesita tu templanza, ciudad de las horas.
Es tu reloj quien marca mi tiempo, tus entrañas lo que quieren recorrer mis pies.
Son tus gentes las que forman mi ambiente, y yo, desterrada de la luz de tu atardecer, lloro tu falta, ciudad de mi alma.
Lloro tus rincones, tus plazas, tu ensanche. Lloro hasta la muchedumbre de los sábados por la tarde, las noches desangeladas de domingos con solitarios transeúntes incapaces de dejarte.
Los lunes con trabajadores con paso cansado y los viernes alegres, con parejas de la mano.
Es el desierto del Retiro un día de lluvia y frío, las uvas en Sol que no sabía tragar de niño,el banco de Princesa de mi primer beso, la cafetería de Atocha del adiós definitivo.
El Ensueño me arrastra, y caigo de golpe, lejos de ti, mi oasis uniforme.
Vuelven las frías casas de colores cálidos, vuelvo a ser la extraña en un mundo que es Europa, no mi patria. Ajena entre la civilización de arena, que engulle rostros.
Quiero andar tus calles Madrid, matar mis monstruos.
Quiero que dejen de perseguirme los recuerdos, los rostros borrosos. El pasado rápido que se esconde tras mis ojos.
Olvidar y retornar, abandonar... Regresar
Volver a sentir en mis venas tu Sol, en mis oídos tu música, tu voz. Son tus acordes y tus olores, perfumes malvas, tardes de verano y noches gélidas al alba de inviernos con caras rojas, sonrisas heladas.
Eres tú y siempre tú, ciudad clara. Amo hasta la contaminación que satura las mañanas acaloradas. Inflamas mis manos, mis pies que recorren las terrazas.
Y al aterrizar en esta fría ciudad de plata, mi corazón se encoge, anhelando mi casa.
lunes, 4 de mayo de 2009
Jueves seis de mayo
Quiero unos nuevos zapatos de tacón. Bien altos
Chicos de mirada negra y camisetas azules. Alcohol, música, rubias oxigenadas, éxtasis sin droga
Euforia
Muevete, empújame
Salta si salta tu canción
Ríete, que la vida es corta
y el viernes noche aun más
Posturas imposibles, muecas, flashes , retoques, besos de judas
Miradas, flechazos, rápidos en el baño
Colas, gente, pista, suelo sucio
Sonríeme, acércate
Tus labios, mis labios
desaparece el mundo
distorsión de la música, aletargada
En tus dedos me fundo
Te extraño... Te siento
Me miras, ajena
Lo siento... Acabó tu turno
Foto: Beatriz Rodríguez Solís
Aparece: rocicasiperono ( Cumpleaños de Mariana)
miércoles, 22 de abril de 2009
Siendo, Sintiendo
Son historias de amor con flores en el pelo, con perfume cálido en el cuello, manos suaves, pies ligeros. Miradas distraidas por la ventana pensando en su cuerpo, en su voz, su aliento.
Seguirla por la calle para contemplar sus pasos en secreto, sin saberse observada.
Mirarlo dormir en paz, con el brazo en los ojos, bañado por la luz de la mañana.Son secretos, rituales, miradas cómplices, seres que encajan.
Ropa tirada mezclada, huecos asignados en la cama, canciones propias y comidas favoritasViajes y rutinas, en la ciudad esquinas que tienen más historia que la vida misma, tazas de café entre mantas en el sofá, camisas como pijama y champú olido como si de perfume se tratara
Son tus labios en mi rostro, los mios en tu barba
Tu cuerpo dentro de mi cuerpo, mi felicidad bailando con tus mañanas
Es una canción mil veces repetida, un poema escrito con tu rima,
una melodía con su canción matutina
Algo es nada, todo es poco.
Abarcarle con mi cuerpo, con mis manos, con mis ojos.
Es un léxico romántico que se coló entre el cinismo
Una brecha en mi muro de aluminio
una presencia donde antes había vacío
Son sus dedos entre mis dedos, el frío del invierno aplacado con el calor de su cuerpo
Que nada junto al mío en el calor del pleno agosto, con los ojos cegados por el mar
Salitre en sus besos
Y alrededor el mundo borroso
TE QUIERO!
Foto:rocicasiperono
Aparece: Elvira Ruíz de Alegría (en Copenhague)
domingo, 19 de abril de 2009
Canciones de despedida
Serás recuerdo, y nostalgia.
Siempre oculto en un hueco de mi mente, con tu sitio fijo por tantos años de habitual. Serás los puntos de una prosa que no es prosa y que no es poesía, separando frases como versos, párrafos como estrofas, creando una extraña armonía
Mi particular melodía.
El sonido de mis pensamientos grabados a fuego. Lentamente cocinados en el transcurso de los años, de las experiencias, penas, alegrías. Y tú siempre en medio, como un eje de simetría.
Serás la firma de una obra siempre inacabada, el borrón y el nombre personal que sólo conoce la autora, el mote cariñoso de los amantes, una contraseña secreta.
Llevaré tu nombre como un lastre, serás cicatriz de guerra y clave para entenderla, motivo del desenlace y del estallido, la tregua de paz y el conflicto inicial.
Serás unos ojos negros que me persigan en las noches negras, serás una risa conocida en los triunfos, la palmada que me falte en los logros, la sonrisa nunca recibida en los cumpleaños y el abrazo que sólo recordaré en las pérdidas. Serás porque has sido, porque como la palabra mil veces repetida quedaste clavado, una huella en mi vida.
Y serás porque mi mente necesita una inspiración, porque sin motivo mis palabras no encontrarán jamás pasión, porque fuiste el inicio y tras el final, quedó algo de calor.
Y serás porque hay cosas que nunca se olvidan, amigos que al dejar de serlo contemplas con la mirada fría de aquellos que perdieron lo que querían, les arrebataron algo importante en su vida
Tú serás y no me importa que seas, te dejo recorrer mi futuro en paz
La paz de saber conciliar, dejar correr, dejar machar. Dejar las cosas pasar como deben pasar, la gente irse para no volver más.
Dejarles irse, si es lo que quieren hacer.
Nada mío de ti va a depender
miércoles, 15 de abril de 2009
A oscuras
Ríe.
Riete de la vida, de las convenciones de rostros sin nombre, normas sin color, sin papel ni sobre, grabadas a fuego en tus pasos vacilantes, que quieren saltar del nido.
Dame la mano y vámonos juntos de este mundo de desamor, de pobreza y crueldad, de feo negro en el corazón de quienes se atreven a judgar mis actos. Pasito a pasito alejémonos, juntando tus pies y mis pies, tus dedos y mis dedos, tus labios sabios y los míos sinceros, que no aguanto mas hipocresía, ya he tenido bastante en mi corta vida, que me duelen los ojos de ser testigo de esta puta vida.
Bésame y corramos, inventemos un nuevo mundo. Elimina las banderas, los himnos, las guerras. Que yo no puedo, no se como. Se mi guía.
Borra de mis retinas las lágrimas de tantas vidas, dibújame un lugar de maravillas
Ríe mucho, se me olvida como era su sonido; el cinismo tapona mis oídos
Y mis venas se inflaman por la injusticia que campa a sus anchas.
Y en las noches a tu lado recorre mi piel y mi conciencia, tatuando los millones de dibujos de los niños que piden a voces un mejor regalo que este mundo decadente y malformado
Condena y legado
martes, 14 de abril de 2009
Ciega y muda,pero no sorda
Escupo lloro y sangro, reinvento lo que hablo
torciendo palabras que no entiendo ni escuchando;
te miro y ya no te reconozco,me miro y soy algo distinta
un poco más alta,un poco más lista
lejos del puerto de tu vera
cerquita de tu vista,aunque no quieras
rodeada de tantas caras... Tantas risas;
extraña por no extrañarte
completa sin tu sonrisa.
Estoy aqui en medio, quizás sola aunque no lo parezca
metida en mis pensamientos
dando pasos gigantes, con mis ojos ciegos.
Sin saber qué haré mañana, quizá qué haré luego
¿Y qué importa?
Lleno espacios vacíos, poemas que se rompieron los coso con otros hilos
Sigo hablando, y aunque no me entiendan...
Ya llegará.
Mis sueños son míos.
torciendo palabras que no entiendo ni escuchando;
te miro y ya no te reconozco,me miro y soy algo distinta
un poco más alta,un poco más lista
lejos del puerto de tu vera
cerquita de tu vista,aunque no quieras
rodeada de tantas caras... Tantas risas;
extraña por no extrañarte
completa sin tu sonrisa.
Estoy aqui en medio, quizás sola aunque no lo parezca
metida en mis pensamientos
dando pasos gigantes, con mis ojos ciegos.
Sin saber qué haré mañana, quizá qué haré luego
¿Y qué importa?
Lleno espacios vacíos, poemas que se rompieron los coso con otros hilos
Sigo hablando, y aunque no me entiendan...
Ya llegará.
Mis sueños son míos.
domingo, 11 de enero de 2009
Dejarse llevar
Dejarse llevar sería tan fácil...
Es lo que pensaba al mirarte con esos ojos tuyos tan enormes,que me invitaban, incitaban
Lo nuestro transcurrió entre saltos e idas y venidas, días que te quería y otros en los que te odiaba de pura rabia e impotencia por no poder cambiarte, no poder detener tu arrolladora marcha, implacable.
Lo nuestro transcurrió entre saltos e idas y venidas, días que te quería y otros en los que te odiaba de pura rabia e impotencia por no poder cambiarte, no poder detener tu arrolladora marcha, implacable.
Todo en tu cara me hacía abalanzarme hacia el interminable precipicio de no poder separarme ni un minuto más de ti. Tu cuerpo, tu postura inclinada hacia el mío, tus manos, tus labios frescos, tus ojos...Tus ojos
Todo me arrastraba y no quería, había saboreado la amargura de tu marcha, la inconsolable nostalgia de no saberte, no conocerte, no poder abarcarte. ¿Cómo sentir tuyo algo que marcha con el viento? Ausente solo con el mariposeo de una idea cruzando por el cerebro, pensando en viajar hasta la saciedad, sin pausa, sin tregua. Sin compañero de viaje, al fin y al cabo lo más importante.
Porque con ese verde tan negro en tu mirada te habría seguido a cualquier parte, allá donde tu alma artista te empujara, donde tu curiosidad te guiara.
Pues almas como la tuya sólo pueden volar sin descanso, sin ataduras. Y otras como la mía sólo desean vivir siendo parte de algo; una pieza del puzzle completo, sin huecos ni faltas.
Y qué hacer cuando el corazón se te divide en dos mitades, una que tengo yo y otra que me mira intrigada, sin saber si partiré, si me levantaré y me iré; o cogeré tu mano y me lanzaré al poniente, viajando como hojas de otoño, sin prisa y sin pausa.
Qué hacer cuando la gravedad me empuja en una dirección, y las alas en otra.
Cuando mis ojos lloran y los tuyos me elevan.
Ojos teñidos del sol del sur, con frialdad nórdica
Foto: Copenhague
Foto: Copenhague
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